Pero el lado amable del asunto es que esos mismos maestros sean amigos tuyos y por respeto se pongan un overol pa no mostrar mas de lo debido, que conversen animadamente contigo y te expliquen lo que estan haciendo y lo que falta por hacer, asi uno va teniendo idea de cuanto se demoran en arreglar la mansa cagadita que tienen.
Mis maestros son un amor, unos caballeros, pero no por eso dejan de ser buenos pal weveo, yo me rio todo el dia con sus ocurrencias. Me aguanto el desorden y la suciedad solo pensando en lo linda y grande que va a quedar mi casucha, vale la pena pasar casi dos meses viviendo en el primer piso con todo amontonado como si fuera una toma, el patio es un desastre, pero mejor tener paciencia y aguante para lo que se viene, martillazos todo el dia y lluvia de tierra a toda hora.
Asi se me pasa el tiempo, supervisando la "contru" y comprando materiales y muebles para rellenar mi casa de nuevo, a pesar de todo es bien entrete esto, cansador, pero entretenido, elegir las cosas que quieres para redecorar tu casa es lejos una de las cosas mas choriflais que hay, claro que pagar no es tan rico, pero weno, obvio que no me van a regalar nada jaja.
El poco tiempo que me queda lo ocupo en salir y salir, en divertirme y pasar tiempo con los mios, con mi familia y mis amigos. Ya se viene el cumple de mi enano y aunque no pueda celebrarlo con la casa llena de niños, algo hare, ahora se me viene preparar la celebracion... esta wea no para!!!
Y ni hablar porque ya se viene navidad!!!
Junta paciencia negra!!!!!
Nos vemos en cuanto tenga un poquito de tiempo para escribir jaja, saludos y chau.
Pdta: Me lo he pasado en Santiasco, por Dios la ciudad pa histerica y contaminada, como dice mi madre, ni aunque me regalaran casa alla, no me voy ni cagando a vivir entre la suciedad y la gente loca. (Si, si, prefiero ser huasa antes que loca, sorry por los que se tienen que aguantar la cuidad todos los dias, que la fuerza los acompañe jaja)
1 comentario:
Hola....ay sí, tener maestros en la casa pucha que es una lata, como tú dices, la tierra, el desorden, las herramientas tiradas, etc, a uno la vuelven loca, pero ver finalmente la casa bonita, arregladita es rico, y ahí ya se olvida uno de todo lo mal que lo pasó mientras tanto.
Cariños...
Marcela.
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